Durante la primera semana de Abril de 2013, la costa atlántica de Cádiz ha recibido numerosos ejemplares de fisalia o Fragata portuguesa (también conocida como carabela) (Physalia physalis) orillados en la playa. (foto: Paco Paéz).

Physalia physalis varada en la playa de Camposoto (foto: Mariano Cuadrado).


A pesar de tener una apariencia de medusa, es en realidad una colonia simbionte –hidrozoo o hidroide- compuesta por individuos especializados en funciones digestivas (gastrozoides), reproductoras (gonozoides) y defensivas (dactilozoides). La colonia se reúne bajo un neumatóforo, que contiene gas y sirve de flotador a toda la colonia). La presencia del neumatóforo le permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, las mareas y las corrientes marinas. Del cuerpo central cuelgan numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas y que puede llegar a medir hasta 50 metros, aunque normalmente miden alrededor de 10 metros. Estos tentáculos están provistos de cápsulas urticantes cuya función es paralizar a las presas, tienen efectos neurotóxicos, cardiotóxicos y citotóxicos, por lo que  producen picaduras muy dolorosas en los humanos llegando a  provocar graves lesiones. Estas cápsulas, ante el estímulo apropiado, liberan un filamento hueco espiralado de un único uso llamado nematocisto, que puede ser de distintos tipos y que se enrollan alrededor de la presa, y púas o espinas que pueden inyectar una toxina proteínica que paraliza a la presa. Los tentáculos tienen por objeto envolver a las presas e introducirlas en la boca hasta la cavidad gastrovascular, donde comienza la digestión.
La fragata portuguesa se distribuye en mares de aguas cálidas. La densidad de ejemplares orillados registrada ha sido muy alta pudiendo recogerse hasta 20 ejemplares (de todos los tamaños) en un paseo de una hora. Puntualmente, la densidad ha sido mucho mayor. Se están investigando las causas de este varamiento masivo, barajándose entre otras los vientos persistentes de poniente, los temporales o las corrientes marinas. A partir de la segunda semana de abril, se ha apreciado un descenso en la llegada de esto animales a las playas, coincidiendo con el cambio de condiciones meterológicas y régimen de vientos.

Escrita por SGHN