
Hasta ahora se tenía esta población por Iberus marmoratus, presente en otras zonas de la baja Andalucía, pero el aislamiento de esta localidad y sus especiales características ha llevado al autor a designarlo como una subespecie endémica de la Sierra San Cristóbal. Su concha es semiglobosa, pálida y más pequeña que otros marmoratus. Esto convierte a esta pequeña sierra gaditana en un punto caliente malacológico al tener dos especies endémicas, ya que allí se encuentra también Theba pisana arietina. Enhorabuena al autor por este trabajo.
Fotos: José Manuel Amarillo